Alimentación y neuroimagen en deterioro cognitivo: qué sabemos y qué nos queda por saber

17 Abr 2023 | Actualidad profesionales, PÍLDORAS GBE, PROFESIONALES

Cada vez disponemos de más evidencia en el campo de la nutrición y su papel como factor modificable de prevención o retraso del deterioro cognitivo, tanto en relación con nutrientes específicos como con patrones dietéticos más globales. Si bien los mecanismos fisiopatológicos no son completamente conocidos, la reducción del estrés oxidativo, de la inflamación neural y de la disfunción metabólica y vascular son frecuentemente invocados.

La siguiente revisión sistemática analiza la relación de varios patrones nutricionales con la neuroimagen estructural y funcional. 42 trabajos entre 2012 y 2022 cumplieron los criterios de inclusión. Las diversas dietas saludables demostraron unos mayores volúmenes cerebrales (totales, a nivel de sustancia gris, volumen hipocampal, espesor cortical y volumen y microestructura de la sustancia blanca), así como un mayor metabolismo de la glucosa y menores depósitos de Aβ amiloide. En el extremo opuesto, una dieta poco saludable asoció menores volúmenes cerebrales y mayores depósitos de Aβ amiloide.

Además de estos hallazgos, se hace una lectura crítica de este campo de estudio, pues muchas de las intervenciones se centran sólo en la dieta mediterránea y en países de ingresos altos o medios, sin estandarización en las escalas de evaluación ni inclusión de cumplidores «subóptimos» de estas dietas. Tampoco el tiempo de exposición a las mismas, protectoras o perjudiciales, está bien definido. Son igualmente críticos con el elevado porcentaje de mediciones macroscópicas empleadas en la evaluación de la neuroimagen, no incluyendo técnicas más focalizadas al análisis de la microestructura que podrían aumentar la sensibilidad de los hallazgos.

 

Alfonso González Ramírez. Geriatra.

Hospital Universitario de Salamanca.

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