La incidencia y prevalencia de la fibrilación auricular (FA) aumenta con la edad. Además los pacientes más añosos son los que acumulan más riesgo de eventos tromboembólicos, como el ictus, con las implicaciones pronósticas que el cuadro conlleva. Pese a ello, estos pacientes están infrarrepresentados en los ensayos clínicos y es más difícil la toma de decisiones en la práctica clínica real, recibiendo tratamiento anticoagulante con menor frecuencia, por el miedo subjetivo de mayor riesgo hemorrágico asociado a edad más avanzada y mayor comorbilidad.
En este estudio del Circulation, se presenta una cohorte de nonagenarios de Taiwan con FA analizada en dos periodos de tiempo antes y después de la generalización de los nuevos anticoagulantes de acción directa (NACO). Desde 1996 a 2011 compararon 15756 nonagenarios con y sin FA y en aquellos con FA estratificaron en función de que recibieran anticoagulación con warfarina frente a la antiagregación o el no tratamiento. De 2012 a 2015 compararon 768 nonagenarios con FA que recibían warfarina frente a 978 que recibían NACO. En ambos periodos analizaron la incidencia de ictus isquémicos, hemorrágicos y muerte. Los autores confirman la seguridad y eficacia de la warfarina en este grupo poblacional, así como la ineficacia de la antiagregación en la prevención de eventos trombóticos.
La decisión del tratamiento anticoagulante en pacientes con FA debe ser individualizado, centrado en el paciente, su funcionalidad y sobre todo consensuado con él y su familia. Este estudio aporta evidencia para una toma de decisiones más objetiva en nonagenarios.
Virginia Mazoteras Muñoz
Hospital General Universitario de Ciudad Real
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