Tradicionalmente se ha postulado que el envejecimiento per se está relacionado con un deterioro de la función muscular. Estos estudios se han realizado en poblaciones con un pobre o mal caracterizado nivel de actividad física. Quizás, haya otros factores menos estudiados, como la escasa capacidad y exposición de nuestra sociedad moderna a realizar ejercicio físico y las consecuencias que ello provoca (lo que algunos autores han llamado síndrome de deficiencia de ejercicio).
En esta línea , Pollock y cols en un reciente artículo examinaron el músculo vasto lateral ( que forma parte del cuádriceps ) en una muestra de participantes ciclistas de entre 55-79 años que realizaban mas de 160 km a la semana. Examinaron el tipo y tamaño de fibras musculares, capilarización muscular, abundancia de proteínas mitocondriales y su relación con parámetros fisiológicos de función muscular. Los resultados son muy reveladores: a excepción de la capilaridad muscular, ningún parámetro mostró una asociación significativa con la edad. En esta cohorte de ciclistas activos, seleccionada para mitigar los efectos de la inactividad física, hubo poca evidencia de cambios en las propiedades musculares asociadas al proceso del envejecimiento.
Este interesante estudio nos puede ayudar a reflexionar sobre el verdadero rol del envejecimiento y factores de confusión asociados (como el sedentarismo) en la función muscular. En definitiva, si nos movemos viviremos más pero sin duda mejor, sino todo lo contrario.
Álvaro Casas Herrero
Servicio de Geriatría. Complejo Hospitalario de Navarra
Píldoras de Geriatría Basada en Evidencia.
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Coordinadores: Juan J. Baztán y Miquel À. Mas