No es una sorpresa que la enfermedad por Covid-19 (como el resto de enfermedades) sea más severa en personas vulnerables, pero conocer el porque de esta vulnerabilidad y sus repercusiones clínicas podría ayudar a adoptar precozmente las medidas diagnósticas y terapéuticas más eficaces.
Como se publicaba recientemente en JAMA Cardiology, los personas mayores, especialmente aquellos con hipertensión y diabetes (a los que se podría añadir también aquellos con fragilidad) tienen reducida la expresión de enzima conversora de la angiotensina 2 (ACE2) y la regulación de la actividad proinflamatoria de angiotensina 2. Es presumible que con la enfermedad COVID-19 superpuesta, la unión del SARS-CoV-2 a ACE2 exagere agudamente este fondo proinflamatorio, lo que predispone estas subpoblaciones a una mayor gravedad y mortalidad de la enfermedad. En este sentido, todavía desconocemos el potencial beneficio o perjuicio de los IECA/ARA2 en pacientes con Covid-19, cuya fisiopatología era revisada también en profundidad en NEJM.
Pero también es importante profundizar en las características clínicas específicas del Covid-19 en población de edad avanzada. En este sentido, la Bristish Geriatric Society lidera el proyecto CovidCollab que es un registro de casos multicéntrico y abierto a la participación internacional, que tiene como objetivo utilizar datos recopilados de forma rutinaria en la práctica clínica para mejorar el conocimiento de los pacientes hospitalizados mayores de 18 años con COVID-19. Como variables geriátricas destacadas incluye en el protocolo la “Clinical Frailty Scale” dos semanas antes del ingreso; presencia de delirium y lugar de residencia previa.
De manera añadida, la Universidad de Oxford tiene en marcha un ensayo clínico para evaluar la efectividad de la hidroxicloroquina administrada en los 7 primeros días de la enfermedad para reducir la necesidad de ingreso hospitalario o muerte para pacientes con sospecha de infección por COVID-19 y ≥50 años con comorbilidad grave, o de ≥65 años con o sin comorbilidad.
Es mucha la investigación en marcha para conocer mejor las características y tratamiento de la enfermedad por Covid-19. Esperemos que la población de edad avanzada esté suficientemente representada en estas investigaciones, o se desarrollen estudios específicos en ellas que corroboren o maticen las evidencias que progresivamente se vayan encontrando para la población general. De esta manera y sin olvidar los principios de la Medicina Geriátrica (valoración integral y atención centrada en la persona) ayudaremos a una adecuada planificación de necesidades sanitarias en la población de edad avanzada en esta pandemia.
Juan José Baztán. Servicio Geriatría, Hospital Central Cruz Roja. Madrid