La jornada matinal de la segunda jornada del Congreso que se celebra en Santander ha concluido con una mesa redonda conjunta entre la Sociedad Española de Medicina Geriátrica y la Sociedad Española de Psicogeriatría (SEPG). El tema a desarrollar, el “Delirium en el postoperatorio: un paradigma de la fragilidad y de la necesidad de un abordaje preventivo y global en el adulto mayor”.
Bárbara Pérez Pena (Santander) ha expuesto el delirium en el postoperatorio, paradigma de fragilidad. En su intervención, ha indicado que el impacto del delirium tras la cirugía no se desarrolla en todos los pacientes. “Hay pacientes que nunca llegan a recuperarse por completo. A los ocho meses del desarrollo del delirium se puede mantener un déficit de memoria y desarrollar una demencia”.
Un estudio reciente prevé que antes de la cirugía se realiza una resonancia magnética para advertir quien padece delirium. No todos los adultos mayores presentan esta patología antes de la cirugía, pero un gran impacto pude desarrollarlo. Ciertos fármacos son propensos al delirium y, por tanto, hay que evitarlos. “El tratamiento farmacológico reduce los síntomas conductuales pero no mejora los efectos adversos El delirium en un marcador de fragilidad”, ha concluido.
A continuación, Luis Agüera Ortiz (Madrid) ha realizado un análisis crítico del papel de los diferentes psicofármacos en el tratamiento sintomático del delirium. Existen tres tipos de delirium: hiperactivo, hipoactivo y mixto. “No hay evidencia suficiente en la profilaxis del delirium con neurolépticos”. Agüera ha explicado la eficacia de los fármacos Risperidona, Quetiapina, Olanzapina y Aripiprazel y ha explicado que hay otros en estudio como Banniprexol y Pimavanserina. Neurolépticos atípicos como Quetiapina, Olanzapina o Aripiprazol se han evidenciado útiles. Se acepta la Risperidona 0,5-2 mg como una de las primeras opciones en el manejo sintomático, según nuevo consenso de la SEPG. “El delirium es una eventualidad muy frecuente que precisa tratamiento etiológico y sintomático”.
Myriam Rodríguez Couso (Guadalajara) ha cerrado las intervenciones instrumentalizando medidas preventivas del delirium en pacientes quirúrgicos. “El delirium es uno de los trastornos mentales orgánicos más frecuentes” ha señalado en primer lugar. El delirium es caro y a menudo no es identificado. “Solo reconocido por un 1/3 de los médicos y un 1/3 de las enfermeras. Pero el delirium es prevenible en, al menos, el 30 % de los casos”.
En las conclusiones se ha hecho hincapié en mejorar la codificación y calcular los costes económicos; invertir en investigación; extender la educación; colaboración con los servicios quirúrgi; y el manejo simultaneo con complicaciones mayores postoperatorios.
- Preservar y recuperar la capacidad funcional tras la cirugía
Uno de los talleres de trabajo realizado esta mañana en Santander ha versado sobre la movilización y la actividad física en el adulto mayor tras la cirugía. En el mismo, se ha destacado la importancia y el trabajo del terapeuta ocupacional cuya actividad deber ser, entre otras, la relación terapéutica para que funcione la asistencia del paciente, controlar su entorno inmediato y planificar el alta hospitalaria. Los atributos del entorno deben ser la seguridad, la confianza y la accesibilidad.11