En 2012 se publica en la revista Brain Journal of Neurology el primer estudio realizado sobre una cohorte prospectiva neuropatológica (“The Vantaa 85+ Study”) que confirma de manera indiscutible que el delirium es un factor de riesgo de demencia incidente. Uno de los datos más sorprendentes del estudio fue la ausencia de asociación entre una alta carga de marcadores neuropatológicos clásicos de demencia y la presencia de delirium.
Ante estos hallazgos los autores plantearon la posibilidad de que pudiera existir un nuevo proceso neuropatológico subyacente en las demencias que se inician tras un episodio de delirium. Esta hipótesis se evalúa en este trabajo publicado en JAMA Psychiatry, una cohorte de 987 pacientes con autopsia cerebral extraídos de tres cohortes neuropatológicas de diferentes edades (>65, >75 y >85 a) entre las que se incluye “The Vantaa 85+ Study”. En esta investigación los autores encuentran la misma carga neuropatológica de los procesos específicos clásicos de demencia entre los individuos que desarrollan delirium y los que no. Sin embargo, la presencia de delirium interactúa de manera multiplicativa para ocasionar una trayectoria más rápida de desarrollo de deterioro cognitivo.
Los resultados de este estudio indican que la presencia de delirium podría significar el desarrollo de una vía patológica potencial independiente de deterioro cognitivo crónico y demencia, lo cual abre un amplio campo de investigación e intervención clínica.
Bárbara Pérez Pena.
Geriatra. Directora Médica, Clínica Josefina Arregui, Alsasua (Navarra)
Píldoras de Geriatría Basada en Evidencia.
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