La fractura de cadera es una lesión muy común en la vida, pero ¿tenemos evidencia para guiar el cuidado y la rehabilitación?
La historia de Sarah Chapman
«Mamá se ha caído y se ha roto su cadera». Son palabras que no quería oír, No sólo por el dolor que le produciría a mi padre si no porque esta lesión puede conllevar consecuencias graves a largo plazo. Afortunadamente, mi madre, de 73 años de edad, tuvo una buena recuperación, aunque se quedó con un andar diferente al habitual y un miedo permanente en su confianza cuando se mueve fuera de casa.
Una década después, temo que vuelva a suceder ya que para aquellas personas que son más frágiles y mayores, las consecuencias pueden ser catastróficas. Existe un mayor riesgo de muerte después de una fractura de cadera; y para los supervivientes, una menor función física que puede conducir a la pérdida de independencia. Si mi madre se rompiera la cadera nuevamente sería una del 40% de las personas con fractura de cadera que también tuvieran deterioro cognitivo o demencia..
La gente como mi madre integran esa mayoría de personas de edad avanzada. Vieja y frágil con múltiples comorbilidades, probablemente incluyendo alguna forma de deterioro cognitivo. Es una lesión muy común con un riesgo de vida de un 17,5% para las mujeres blancas y 6% para los hombres blancos. La mayoría necesita cirugía para reducir el riesgo de deformidad de los miembros y acelerar la recuperación. Podemos esperar ya que existe la evidencia que demuestra un mejor funcionamiento cuando se trata de atención y rehabilitación después de la cirugía de fractura de cadera. Hay una serie de revisiones Cochrane que reúnen la mejor evidencia disponible sobre diferentes aspectos de la rehabilitación: Guía NICE sobre el manejo de la fractura de cadera en adultos .