Disminución dual de la marcha y la cognición: ¿riesgo aumentado de demencia?

10 Oct 2022 | Actualidad profesionales, PÍLDORAS GBE, PROFESIONALES

Diferentes estudios apuntan a que gran parte de la neuropatología asociada a la demencia se acumula progresivamente en los 20 a 30 previos al diagnóstico, por lo tanto, es importante identificar aquellas personas con un mayor riesgo, para poder abordar los factores de riesgo modificables. El deterioro de la capacidad motora, medido a través de la velocidad de la marcha, se ha propuesto como marcador temprano de deterioro cognitivo y demencia. En este sentido, recientemente, se ha descrito el síndrome cognitivo motor (MCR), que combina la presencia de marcha lenta y quejas subjetivas de pérdida de memoria y que asocia a un riesgo incrementado de desarrollar demencia, más allá de cada uno de sus componentes individuales. Esto plantea dudas sobre si la disminución simultánea de la velocidad de la marcha y la función cognitiva (deterioro dual) a lo largo del tiempo se asocia de manera más robusta que el deterioro de cualquiera de ambos constructos al desarrollo de demencia.

Collyer y cols evaluaron en participantes del ensayo clínico ASPREE (ASPirin in Reducing Events in the Elderly).  En el presente estudio, los autores plantean que las personas con un deterioro dual presentan un riesgo mayor de desarrollar demencia que las personas sin deterioro, siendo, además, la magnitud del riesgo mayor, en aquellas personas con deterioro de la marcha asociado al deterioro mnésico, lo que permitiría captaría una gama más amplia de dominios cognitivos (memoria global, velocidad de procesamiento y fluidez verbal) y patología cerebral.

La velocidad de la marcha en la visita inicial, en las visitas de seguimiento (2º, 4º y 6º año) y la visita de cierre del estudio, así como la valoración de la función cognitiva mediante el Mini-Mental State modificado (3MS, que evalúa la cognición global), el Hopkins Verbal Learning Test-Revised (HVLT-R, evalúa la función mnésica), el Symbol Digit Modalities (SDMT, evalúa la velocidad de procesamiento) y la prueba de asociación de palabras orales controladas (COWAT-F, evalúa la fluidez verbal) en la visita inicial, al 1er, 3er, 5to año y visita final. Los participantes se clasificaron en 4 grupos para cada uno de los test cognitivos: disminución dual de la marcha y la cognición, solo disminución de la marcha, solo deterioro cognitivo y no disminución. En comparación con los que no presentaron deterioro alguno, el riesgo de desarrollar demencia fue mayor en las personas que presentaban con un deterioro de la marcha y del test HVLT-R (HR 24,7; IC95 %, 16,3-37,3), seguidos por aquellos con deterioro de la marcha y del test 3MS (HR 22,2; IC95%, 15,0-32,9), deterioro de la marcha y del test COWAT-F (HR 4,7; IC95 %, 3,5-6,3) y deterioro de la marcha y test SDMT (HR 4,3; IC95%, 3,2-5,8). Los participantes con un deterioro dual presentaron mayor riesgo de demencia que las personas que presentaron solo deterioro de la marcha o cognitivo (test 3MS y HVLT-R).

En conclusión, la disminución dual en la velocidad de la marcha y la cognición se asoció con un mayor riesgo de demencia en este estudio, y las personas con deterioro dual de la memoria mostraron el mayor riesgo. Estos hallazgos proporcionan más evidencia de la importancia de agregar medidas seriadas de la velocidad de la marcha a las evaluaciones de detección del riesgo de demencia, brindando la oportunidad de una evaluación más integral y tratamientos preventivos tempranos.

 

Ester Hoyos Alcañiz.

Geriatría. Parc Sanitari Pere Virgili. Barcelona.10

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