Como consecuencia de la inmunosenescencia y las condiciones que conllevan inmunosupresión, la infección por el Virus Herpes Zóster (VHZ) en el adulto mayor es especialmente relevante (2/3 de los casos ocurren en mayores de 50 años) produciendo un aumento de hospitalizaciones, deterioro en la calidad de vida secundaria a la neuralgia postherpética y la oftalmopatía. Actualmente existen 2 vacunas comercializadas: la ZVL (virus vivos) y la RZV (recombinante).
En esta revisión y metaanálisis de The Lancet se evalúa por primera vez en población real la efectividad de ambas vacunas en estudios publicados entre el 25 de mayo de 2006 (momento en el que se aprobó el uso de las vacunas) y el 31 de diciembre de 2020. Se incluyeron 22 artículos en la revisión (13 de ellos en metaanálisis) con un total de 9.536.086 pacientes. Los outcomes primarios fueron: incidencia de VHZ, herpes oftálmico o neuralgia postherpética. Se observó que la efectividad de la vacuna RZV fue del 79.7% frente a placebo (92-94% de eficacia en ensayos clínicos) y la de ZVL fue del 45.9% frente a placebo -43.9% en >80 años- (>65% en ensayos clínicos), siendo mayor en sujetos comórbidos (49.8% en diabéticos, 54.3% en enfermedad renal crónica, 52.9% en insuficiencia hepática, 52.3% en insuficiencia cardíaca y 49% en EPOC). La efectividad en incidencia de neuralgia postherpética fue del 59.7% y del 30% en oftalmopatía.
Si bien la heterogeneidad de los estudios analizados es alta y los datos sobre su protección a largo plazo insuficientes, la vacuna contra el VHZ se plantea como una opción a tener en cuenta en nuestros pacientes mayores, especialmente aquellos en situación de inmunosupresión y con alta comorbilidad para prevenir el VHZ y sus consecuencias.
Lucía Lozano Vicario.
Geriatra. Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Navarra (Pamplona).