Más del 30% de los ancianos que ingresan en un hospital se deterioran funcionalmente y menos de la mitad de éstos, recuperan esa pérdida tras el alta. Sorprendentemente, la mayoría de las veces este deterioro no se debe a la patología que motivó el ingreso, si no a las rutinas hospitalarias que hacen que el paciente permanezca la mayoría del tiempo en cama o sentado. Este deterioro funcional asociado a la hospitalización aumenta el riesgo de reingresar, de complicaciones e incluso de mortalidad.
Por este motivo es importante promover programas que intenten evitar el deterioro funcional asociado a la hospitalización. Este es el fundamento del ensayo clínico AGECAR realizado en la Unidad de Agudos de Geriatría del Hospital Gregorio Marañón, en colaboración con las Universidades Europea y Politécnica de Madrid. Los participantes realizaron un programa supervisado de caminar y levantarse de una silla durante al menos 20 minutos al día durante el ingreso hospitalario. En el momento del alta hospitalaria, el grupo que realizó el programa de ejercicios logró, en comparación con quienes no lo hicieron, disminuir el riesgo de pérdida de su independencia en un 70%.
Además del principal resultado, una de las fortalezas de este estudio es que no se necesita ningún aparato, ni ninguna inversión adicional ya que se realiza en las propias instalaciones de la planta de hospitalización. Este trabajo viene a demostrar de una manera sólida la importancia de estimular la movilidad en las personas mayores cuando ingresan en el hospital.
Dra. Nuria Montero Fernández. Servicio de Geriatría; Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
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