Múltiples vacunas contra la COVID-19 se encuentran en proceso de aprobación en este momento. Los pacientes mayores, con comorbilidades, institucionalizados y con criterios de fragilidad, han sido mayormente excluidos de los ensayos clínicos de dichas vacunas, a pesar de que serán los primeros receptores en cualquier programa nacional de vacunación. Es por ello que su eficacia y seguridad no han sido ampliamente probadas.
Este artículo de Age Ageing realiza una descripción comparativa de las principales vacunas contra la COVID-19, en relación a su mecanismo de acción así como a su perfil de eficacia y seguridad. La mayoría de los ensayos muestran que los eventos adversos, de intensidad de leve a moderada, son frecuentes y autolimitados, pero menos prevalentes en las personas mayores. Los eventos adversos graves son muy raros. Los ensayos realizados de fase II muestran buenas respuestas inmunes en cuanto a producción de anticuerpos así como los análisis de fase III (no publicados) sugieren una alta eficacia.
La inmunosenescencia es un término amplio que abarca la disminución de la respuesta inmunológica con la edad, tanto en términos cualitativos como cuantitativos, lo que probablemente también afecte al perfil de seguridad y eficacia observado en las vacunas (reducción de las células T naive, aumento de la proporción CD4/CD8, a expensas de disminución de CD8, menor supervivencia general de células T y reducción de proteínas de células B con menor producción de anticuerpos funcionales). Es necesario realizar ensayos en personas mayores, frágiles y con comorbilidades, para perseguir una mayor coincidencia de resultados, eficacia y seguridad con el perfil real de los pacientes.
Dra. María Elena Baeza Monedero. Médico Especialista en Geriatría, Hospital Infanta Leonor (Madrid).
Dr. Carlos Oñoro Algar. Médico Especialista en Geriatría, Hospital Universitario Infanta Sofía (Madrid).