De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) casi 1/3 de los adultos mayores están solos o socialmente aislados. Aunque el deterioro cognitivo en muchas ocasiones es irreversible, hay factores prevenibles y reversibles como la soledad y el aislamiento social que lo exacerban. Diferentes teorías sociológicas y biológicas como la “use it or lose it” o el hipercortisolismo, se han postulado como causas.
Esta reciente revisión sistemática, incluye individuos mayores de 45 años, en los que se le identificó tanto aislamiento social como soledad. Se valoró tanto la memoria episódica, semántica y operativa, como otros factores relacionados como las redes sociales, el tipo de vida, la participación en actividades sociales, el acompañamiento domiciliario o la interacción social. Como novedad, se valoró conjuntamente el efecto de la soledad y aislamiento social sobre el rendimiento cognitivo. Las conclusiones de este estudio fueron que el aislamiento social y la soledad, tanto de manera individual como conjuntamente, afectan negativamente al rendimiento cognitivo de los adultos de mediana y avanzada edad. Sin embargo, se encontraron asociaciones contradictorias con otros factores como la red social o la interacción social y menor relación de la esperada en otros como el tipo de vida o el acompañamiento domiciliario, a pesar del riesgo moderado de sesgo.
Tanto las investigaciones como las políticas futuras sobre envejecimiento y función cognitiva deberían ir encaminadas a proporcionar recursos para a las personas que presenten soledad y aislamiento social, ya que pueden comportarse como factores de riesgo de deterioro cognitivo.
Carlos Gala Serra. FEA Geriatría. Hospital San José. – Teruel.
Miguel Sánchez Ortiz. MIR 4º año. Hospital San José. – Teruel.