El covid-19 va a adelantar unos cinco años la aparición de demencias y de dependencia entre la población mayor, según alerta el hasta hace una semana director del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y el CSIC, Salvador Martínez.
Este es uno de los efectos colaterales de la pandemia que generará un importante problema social y económico en los próximos años, lamenta el prestigioso investigador. «El coste para las familias y para el Estado va a ser tremendo», adelanta.
El confinamiento, la pérdida de relaciones sociales y de actividad unidos al estrés que supone la situación sanitaria y al miedo de muchas personas mayores de 65 años al coronavirus desencadenarán daños neurológicos y una pérdida de autonomía acelerada.
«Muchas de estas personas se mantenían en una especie de equilibrio inestable. El hecho de salir a la calle, recoger a los nietos del colegio y pasar un tiempo con ellos, reunirse con amigos para jugar a las cartas o al dominó o memorizar el papel para realizar una obra de teatro les mantenía en un estado bajo pero suficiente para poder ser autónomos. Ahora han perdido todo eso y están desubicados», explica Martínez. «Estaban protegidos por el sistema y la actividad social, pero la falta de estímulos y de motivación social afecta mucho a su evolución dentro de la fragilidad», expone el catedrático.
Un 40% de la población mayor de 70 años sufre algún tipo de demencia o deterioro cognitivo, cifra que sube al 60% en los mayores de 80 años.
Las personas a las que se refiere Martínez tienen más de 65 años y con la situación anterior a la pandemia se habrían mantenido autónomos y en un estado de salud aceptable para el día a día al menos diez años más. Ahora sufrirán un deterioro de su estado por las consecuencias indirectas del covid cinco o seis años antes de lo previsto.
Fuente: https://www.elperiodico.com