Es frecuente para los geriatras atender a pacientes con cáncer de próstata, sobre todo con el desarrollo de las consultas de oncogeriatría. En estos pacientes mayores y frágiles, mantener una salud ósea óptima durante todo el curso natural de la enfermedad es un aspecto importante, ya que experimentan pérdida ósea relacionada con la terapia de deprivación de andrógenos (ADT) o bien porque desarrollan metástasis óseas.
Recientemente se ha publicado una revisión escrita por oncólogos radioterápicos españoles, muy adecuada para especialistas no urólogos. En los últimos años han aumentado el número de las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata avanzado que combinan ADT con docetaxel, y con nuevos agentes hormonales y/o radioterapia. Sabemos que el ejercicio, el calcio y vitamina D, los bifosfonatos y el denosumab muestran una mejoría en la densidad mineral del hueso y son adecuados para pacientes con osteoporosis relacionada con el tratamiento antiandrógeno y/o metástasis óseas que a su vez presentan, mayor riesgo de fracturas, dolor secundario y deterioro de la calidad de vida. Llama la atención las dosis recomendadas; en los casos de cáncer de próstata no metastásico tratado con ADT la FDA Y la EAM recomiendan Denosumab 60mg/6m para prevención de fracturas. En los casos de cáncer de próstata metastásico resistente a castración se recomiendan dosis de acido Zoledronico de 4mg cada 4 semanas o denosumab 120 mg cada 4 semanas para la prevención y tratamiento del dolor, sin obtener mejoría funcional, ni modificar el curso de la enfermedad. Incluso se recomiendan en los pacientes asintomáticos. Hay estudios que recomiendan retrasar la administración cada 3 meses con los mismos resultados.
Esta revisión es interesante para los geriatras que hacemos Valoración Geriátrica a estos pacientes y tratamos sus posibles complicaciones hidroelectrolíticas, como las hipocalcemias, sin olvidar el abordaje paliativo cuando es preciso.
MERCEDES HORNILLOS CALVO.
Geriatra. Hospital Universitario de Guadalajara.