La patología infecciosa supone la tercera causa de muerte en los ancianos y además es causa frecuente de ingreso hospitalario. La resistencia a antimicrobianos es un problema de salud pública, no sólo por la rapidez en la aparición y diseminación, sino también por los resultados negativos en salud. Disponemos de biomarcadores como la proteína C reactiva (PCR), marcador sensible de infección, menos específico en población mayor, y la procalcitonina (PCT), marcador específico para sepsis, no valorado en la población anciana hasta el momento.
En relación con los marcadores biológicos se diseña un ensayo clínico multicéntrico, randomizado, a doble ciego, con el objetivo de comparar la eficacia clínica de la duración de distintos regímenes de tratamiento antibiótico en bacteriemia no complicada por Gram negativos. El resultado principal se define como la tasa de fracaso a los 30 días (con un margen de no inferioridad del 10%). Se incluyen 504 pacientes con una mediana de edad 79 años (68-86), un 61% mujeres. Se aleatorizan los pacientes en tres brazos según la duración del tratamiento 7, 14 días o guiado por PCR (suspensión del tratamiento cuando la PCR se reduce un 75% de la PCR pico). La mediana de duración de la pauta guiada por PCR es de 7 días (rango intercuartílico 6-10). El estudio encuentra que las tasas de fracaso clínico a los 30 días para el tratamiento guiado y el de 7 días no fueron inferiores a las de tratamiento 14 días (p<0.001). En cuanto la PCT, se ha publicado en Archives of Gerontolology and Geriatrics un estudio retrospectivo en el que investigan los niveles de PCT como marcador diagnóstico de bacteriemia por E. coli en adultos mayores, situando en 1.3ng/ml el mejor punto de corte.
Dada la heterogeneidad de la población anciana, tanto en la respuesta a la infección como al tratamiento, el empleo de marcadores biológicos para apoyar el diagnóstico y guiar la duración del tratamiento pueden ser claves a la hora reducir presión antibiótica e individualizar la duración del tratamiento en cada paciente. Se requieren más estudios para poder validar niveles de PCR y PCT en la población anciana.
Beatriz Ares Castro-Conde. Geriatra. Hospital Público de Monforte de Lemos