La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado y aceite de oliva, no solo ofrece beneficios cardiovasculares, sino que también puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Aunque la enfermedad de Alzheimer (EA) ha sido vista como la principal causa de demencia, estudios recientes destacan el importante papel del deterioro cognitivo de origen vascular y la alta prevalencia de demencia de etiología mixta. Además, se ha identificado un componente microvascular en la EA, lo que subraya la relevancia de la salud vascular. Por tanto, mejorar la salud vascular mediante la dieta puede tener efectos positivos a mediano y largo plazo en la prevención del deterioro cognitivo.
Este metaanálisis1 de 23 estudios analizó la relación entre la dieta mediterránea y el deterioro cognitivo leve, la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Los resultados muestran que una mayor adhesión a esta dieta se asocia con una reducción del 18% en la tasa de deterioro cognitivo leve, un 11% en el riesgo de demencia y un 30% en la probabilidad de desarrollar Alzheimer. Sin embargo, se detectó un posible sesgo de publicación, respaldado por la prueba de Egger en el caso del Alzheimer.
Ante el creciente impacto del deterioro cognitivo en la población, es importante intentar buscar estrategias no farmacológica y basadas en el estilo de vida eficaces para promover la salud cognitiva y cerebral durante el envejecimiento, mitigando la progresión tanto de la demencia vascular (VCID) como de la enfermedad de Alzheimer.
María Caridad Arenas Martínez
Geriatría. Hospital Universitario Puerta de Hierro.
REFERENCIA