La proporción de adultos mayores que precisan Cirugía Vascular (CV) es cada vez más elevada, aglutinando una alta prevalencia de síndromes geriátricos durante el postoperatorio debido a su gran comorbilidad.
En este estudio de Thillainadesan y cols, evaluaron el impacto de un manejo conjunto por parte de Geriatría dentro de un servicio hospitalario de CV. Se analizaron un total de 302 pacientes (150 pacientes preintervención en los que se realizó un manejo habitual por parte de CV interconsultando a Geriatría a criterio de su médico responsable y 152 pacientes posintervención donde un geriatra integrado en CV valoraba de forma sistemática a todos los pacientes > 65 años desde el ingreso hasta el alta, acudiendo a las sesiones multidisciplinares y entrenando a los profesionales sanitarios del equipo). En el grupo intervención se redujo la incidencia de síndromes geriátricos durante el postoperatorio en comparación con el grupo control (48,7% vs. 64,7%) especialmente el delirium (3,3% vs. 10%). Además, este beneficio se mantenía en los subgrupos de pacientes mayores de 85 años, frágiles, operados y no-operados. También hubo una reducción significativa de las complicaciones infecciosas (4% vs. 12%) y las descompensaciones cardíacas (8% vs. 30%).
Este es el primer estudio que valora de manera prospectiva el papel de la Geriatría en adultos mayores hospitalizados en servicios de Cirugía Vascular, demostrando que un manejo conjunto e integral disminuye la incidencia de síndromes geriátricos y otras complicaciones médicas. Una vez consolidadas las unidades de Ortogeriatría, quizás sea el momento de avanzar hacia nuevos modelos colaborativos de trabajo multidisciplinar con otras especialidades en los que los pacientes mayores frágiles se podrían beneficiar.
Lucía Lozano Vicario. Geriatra. Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Navarra (Pamplona).