Impacto del grado de alteración cognitiva en mortalidad. ¿Quién muere más?

16 Dic 2021 | Actualidad profesionales, PÍLDORAS GBE, PROFESIONALES

La etiología de la demencia es múltiple, y el diagnóstico de la misma acorta la esperanza de vida. Por otro lado, el interés de precisar el diagnóstico es relevante para establecer un tratamiento sintomático y un plan de cuidados. Hasta el momento actual, el diagnóstico precoz del deterioro cognitivo leve, como fase sindrómica intermedia, solo tenía como objetivo minimizar la disfunción que acompaña a la pérdida cognitiva.

El JAGS ha publicado recientemente un trabajo a partir de los datos de la cohorte australiana del ensayo clínico ASPirin in Reducing Events in the Elderly (ASPREE) en el que analizan el riesgo de muerte en mayores que han desarrollado deterioro cognitivo durante el seguimiento. Se incluyen 16.703 mayores de 70 años sin demencia, discapacidad física ni enfermedad cardiovascular, y con una puntuación mayor de 77 en el Modified Mini-Mental State Examination (3MS). A continuación, se categoriza la muestra en tres grupos según presenten demencia, deterioro cognitivo-no demencia y no deterioro cognitivo en los 4.7 años de seguimiento. Se observó que el riesgo de mortalidad es superior tanto en el grupo de deterioro cognitivo-no demencia (HR 1.9; 95% CI:1.5-2.6) como en el de demencia (HR 1.7; 95% CI: 1.3-2.1) en comparación con el grupo sin deterioro cognitivo, y sin diferencia estadística significativa entre ambos. Tampoco encontraron diferencias en las causas de muerte principales: sepsis y enfermedad respiratoria.

Este estudio pone de manifiesto la importancia de la detección precoz del deterioro cognitivo leve, no sólo con el objetivo de evaluar fragilidad física e intervenir sobre ella, sino también para implementar medidas que prevengan la mortalidad desde estadios iniciales.

 

 

Beatriz Ares Castro-Conde. FEA Geriatría

Pablo Mourelle Sanmartín. MIR 3 Geriatría

Hospital Universitario Lucus Augusti, Lugo

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