Aunque han pasado más de dos décadas desde la publicación de referencia del programa HELP por el equipo de Sharon Inouye que sugería que la prevención primaria del delirium es probablemente la estrategia terapéutica más efectiva, nuevos programas como el Eat Walk Engage australiano aportan evidencia actualizada sobre intervenciones multidisciplinares proactivas preventivas de complicaciones durante la hospitalización.
El estudio CHERISH publicado en JAMA Internal Medicine es un ensayo clínico aleatorizado diseñado para evaluar el impacto del Eat Walk Engage que incluyó una intervención multicomponente (nutricional, mobilidad y estimulación cognitiva) sobre el outcome combinado HAC-OP (delirium, deterioro funcional agudo, incontinencia, caídas y úlceras por presión) y la estancia hospitalaria. Se incluyeron 539 personas mayores de 65 años ingresadas consecutivamente en 8 plantas médicas y quirúrgicas de cuatro hospitales públicos del área de Queensland con seguimiento a 6 meses. La intervención pivotaba sobre profesionales facilitadores expertos y asistentes a los equipos multidisciplinares.
El programa no mostró impacto en el ítem combinado de síndromes geriátricos, probablemente por la heterogeneidad de la población (la mitad de la población incluida no cumplía criterios de fragilidad y había más plantas quirúrgicas con ingresos programados en el grupo intervención), y aunque redujo 1 día de estancia hospitalaria esta diferencia no fue significativa. En cambio, como en el HELP, la intervención comportó una reducción significativa en la aparición de delírium de hasta un 40%, que muestra la vigencia y necesidad de las intervenciones multicomponentes enfocadas a prevenir el delírium y sus complicaciones asociades en nuestros hospitales de agudos.
Miquel À. Mas, geriatra, Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, Badalona,
Direcció Clínica Territorial de Cronicitat Metropolitana Nord, Institut Català de la Salut