El envejecimiento de la población hace que la proporción de nonagenarios se convierta en las próximas décadas en un problema sanitario de primera magnitud, debiendo encontrar una optimización en los tratamientos de patologías severas como el síndrome coronario agudo (SCA) que implican tomar decisiones invasivas o no.
El estudio AMI-OPTIMA (“Knowledge Translation to OPTIMize the use of evidence based medicine therapy in ACSs”), analiza de manera retrospectiva los resultados de pacientes ingresados por SCA en 24 hospitales canadienses. Este artículo hace un subanálisis de la mortalidad intrahospitalaria comparando los tratados de forma invasiva frente a tratamiento conservador, agrupándolos en menores de 70 años y los mayores de esta edad por décadas. Los mayores de 90 años son 202 pacientes, un número superior a los estudios que se centran en este grupo de edad. Las complicaciones en general son mayores según avanza la edad, pero la mortalidad general y por causas cardiovasculares es significativamente menor en todos los grupos de edad avanzada tratados de forma invasiva que en los que se sigue un tratamiento conservador, a pesar de que también aumenta el riesgo de sangrado.
Aunque este estudio muestra resultados beneficiosos del tratamiento invasivo en nonagenarios con SCA, no se han utilizado criterios de fragilidad para determinar el tratamiento a seguir, por lo que es necesario seguir en esta línea de investigación, pero introduciendo criterios de funcionalidad y fragilidad para poder adecuar mejor el tratamiento de este grupo creciente de enfermos.
Nuria Fernández Martínez
F.E.A. Hospital General Universitario de Ciudad Real
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