La capacidad intrínseca es un concepto teórico que desarrolló la OMS en 2015. Lo que se pretendía en este informe era facilitar la comprensión de las diferentes maneras de envejecer y ayudarnos a atenderlas de manera adecuada; pero la realidad de la práctica clínica está siendo más compleja, siendo la dificultad para medir la propia capacidad intrínseca uno de los principales problemas con el que nos encontramos.
La recomendación inicial de la OMS es que la capacidad intrínseca se evalúe con respecto a 5 dominios: cognición, locomoción, vitalidad, sensorial y psicológico. Para ello, han desarrollado el formulario ICOPE para pacientes de atención primaria, cuya validación está siendo estudiada en el estudio VIMCI (Validity of an Instrument to Measure Intrinsic Capacity). Sin embargo, ésta no es la única manera de medir la capacidad intrínseca ni existe unanimidad internacional en este sentido. Este planteamiento teórico, define el envejecimiento patológico como déficits que se van sumando; similar al modelo de fragilidad de Rockwood por la variabilidad que hay para medir la fragilidad, teniendo en cuenta esta teoría.
Como vemos, la introducción del concepto capacidad intrínseca no ha hecho más que abrir nuevos caminos y líneas de investigación que habrá que seguir estudiando y valorando.
Carmen Alcaraz López.
FEA Geriatría. Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena.