La limitación de líquidos es una recomendación común en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica (ICC), basada en la suposición de que reduce la congestión cardíaca. Sin embargo, las pruebas que respaldan esta práctica son limitadas y contradictorias.
El estudio FRESH-UP1, un ensayo multicéntrico y aleatorizado, buscó evaluar los efectos de una ingesta liberal de líquidos versus la restricción (≤1.500 ml/día) en pacientes ambulatorios con ICC estable (clase II-III NYHA). El objetivo principal fue comparar el estado de salud evaluado mediante el Kansas City Cardiomyopathy Questionnaire (KCCQ-OSS) a los 3 meses. El estudio incluyó a 504 pacientes (67% hombres, edad media 69 años), asignados aleatoriamente a ingesta liberal (n=254) o restricción (n=250).
A los 3 meses, no hubo diferencias significativas en el KCCQ-OSS (74 frente a 72,2; diferencia ajustada: 2,17, IC 95%: -0,06 a 4,39; p=0.06). Sin embargo, el grupo con ingesta liberal sufrió menos sed y no se observaron diferencias en hospitalizaciones, mortalidad o uso de diuréticos. La adhesion a la restricción fue baja (55,8%), y la ingesta promedio fue 284 ml/día mayor en el grupo liberal.
Se puede cuestionar la necesidad de restringir líquidos en los pacientes con ICC estable, ya que la ingesta liberal no mostró efectos negativos y mejoró la calidad de vida relacionada con la sed. Las guías clínicas podrían considerar las recomendaciones actuales, priorizando el bienestar del paciente sin comprometer su seguridad.
Dr. Jesús Mª López Arrieta
Geriatría. Hospital Universitario San Francisco de Asís. Madrid
REFERENCIA