La vulnerabilidad de la población de edad avanzada a la infección y a la severidad de la Covid-19 está contrastada. En España, una tercera parte (36%) de los casos confirmados tiene 70 o más años, y de los fallecidos un 86 % tenían 70 o más años (un 60 % 80 o más años). Por otra parte, según el registro de “Monitorización Mortalidad-MoMo” del Instituto Salud Carlos III , entre el 17 de marzo y el 25 de abril se había registrado un exceso de mortalidad del 57%, que oscilaba entre 19% (en menores de 65 años) y el 77% (en mayores de 74 años). Este exceso de mortalidad ha incidido especialmente en los más mayores vulnerables, de tal manera que algo más de la mitad de fallecimientos registrados ha ocurrido en personas que vivían en residencia.
Otras píldoras han hablado de las causas fisiopatológicas de esta mayor vulnerabilidad, pero quizás también haya causas epidemiológicas. En este camino, NEJM publica un estudio de prevalencia realizado en una institución de cuidados sociosanitarios (población septuagenaria, con morbilidades, especialmente cardiovasculares, y deterioro cognitivo, en la mitad de casos) que pone de manifiesto una realidad ya intuida también en nuestro entorno. Veintitrés días después de identificar al primer residente con infección por SARS-CoV-2, la instalación tenía una prevalencia de Covid-19 del 64% entre los residentes (56% de ellos se hallaban inicialmente asintomáticos, aunque el 90% de estos desarrollaron posteriormente síntomas, con una mediana de 4 días). La tasa de letalidad fue del 26%, a pesar de la adopción temprana de medidas de control de infección. Es reseñable que en el 71% de residentes presintomáticos (aquellos asintomáticos con PCR positiva y que posteriormente desarrollaron síntomas) tenían virus viables por cultivo entre 1 y 6 días antes del desarrollo de los síntomas.
Como concluye un editorial relacionado con este trabajo, la transmisión asintomática del SARS-CoV-2 es el talón de Aquiles del control de la pandemia de Covid-19. El cribado basado en síntomas tiene utilidad, pero las evaluaciones epidemiológicas de los brotes de Covid-19 en centros residenciales como el descrito hacen recomendable la detección generalizada de SARS-CoV-2 en personas asintomáticas. Esperemos que en breve puedan aparecer nuevos datos de abordajes epidemiológicos basados en testar PCR sistemáticamente en este entorno. Estos podrían ayudar a definir nuevas pautas de actuación en esta población de especial riesgo.
Miquel À. Mas y Juan J. Baztán, coordinadores de Píldoras de Geriatría Basada en Evidencia, SEMEG.