EL colesterol LDL (LDLC) es uno de los factores de riesgo de infarto de miocardio (IM) y otras enfermedades de naturaleza arterioesclerótica, especialmente el ictus. En la población entre 40 a 75 años, la elevación de LDLC es uno de los principales objetivos terapéuticos pero su papel en las personas mayores es controvertido. Sin cohortes históricas ni ensayos clínicos que incluyesen a los mayores las directrices clínicas no han incluido específicamente a esta población.
En una cohorte danesa de individuos entre 40 a 100 años seguida durante casi 8 años, se produjeron 1.515 primeros infartos de miocardio y 3.389 acontecimientos cardiovasculares arterioescleróticos (ACA). Los riesgos de sufrir un infarto de miocardio y una ACA aumentaron con el incremento del LDLC en todos los grupos de edad, especialmente en los mayores de 70 años. Las estatinas redujeron el riesgo de sufrir estos acontecimientos adversos. El número necesario para tratar (NNT) durante cinco años para prevenir un IM fue de 80 para el grupo entre 80 a 100 años, y de 145 para los de 70 a 79 años. Para prevenir un ACA, los NNT fueron 42 y 88, respectivamente. En un metaanálisis de ensayos aleatorios de prevención primaria y secundaria confirmó que la reducción del LDLC con estatinas, ecetimiba o inhibidores de la PCSK9 disminuía significativamente el riesgo de episodios vasculares en adultos de todas las edades, sin que se observaran diferencias entre los adultos de 75 años o más y los más jóvenes.
La reducción terapéutica del LDLC en la creciente población mayor debe formar parte de las medidas de prevención primaria y secundaria para reducir la cardiopatía isquémica y el ictus.
Jesús López Arrieta.
Servicio de Geriatría. Hospital La Paz-Cantoblanco