La fuerza de prensión (FP) es un test de capacidad funcional ampliamente utilizado y validado que evalúa la fuerza y la función neuromuscular. En los adultos mayores tiene una elevada capacidad predictiva de síndromes geriátricos y eventos adversos tales como declive funcional, deterioro cognitivo, caídas y mortalidad
La asimetría de la FP entre ambas manos puede ser el reflejo de déficits en la función neuromuscular que provoquen desequilibrios en la fuerza e incrementen el riesgo de caída. En una cohorte con más de 10.000 participantes mayores de 65 años, McGrath y cols estudiaron la asociación de la asimetría en la FP con las caídas . Cada aumento del 10% en la asimetría FP se asociaba con un aumento del 26% de probabilidad de futuras caídas y la probabilidad de nuevas caídas se incrementaba con la severidad de la asimetría en la FP
A pesar de la difusión de la utilidad de la FP en la evaluación de la fuerza muscular, su validez y fiabilidad frente a otros test estandarizados que miden la fuerza en entornos hospitalarios está menos estudiada.Ramírez-Vélez y cols, con datos de 223 adultos mayores ingresados en una unidad de geriatría, objetivaron correlaciones moderadas-fuertes entre los test de referencia y la FP (r=0.501 a 0.779) y propusieron una FP=18.4 kg como punto de corte específico para detectar pacientes de riesgo de declive funcional durante la hospitalización (ABC 0.728).
En el paciente geriátrico la utilidad de la FP va más allá de la simple evaluación de la fuerza muscular. Las nuevas evidencias sugieren que debemos valorar la asimetría de la FP en el paciente con riesgo de caídas. Además, en adultos mayores hospitalizados, la FP puede ser clave para detectar pacientes en riesgo que se pueden beneficiar de intervenciones precoces.
Álvaro Casas Herrero
Jefe de Sección de Geriatría del Complejo Hospitalario de Navarra