El Infarto de Miocardio (IM) es una condición muy frecuente en pacientes mayores cuya incidencia y mortalidad aumentan con la edad, generalmente debido a un fenómeno aterotrombótico agudo.
El IM tipo 2 se caracteriza por un desequilibrio funcional entre el suministro y la demanda de oxígeno del miocardio en ausencia de un proceso trombótico, que lleva a la necrosis miocárdica.
Presentamos la siguiente revisión de Putot A y cols. donde se describen aspectos relacionados con su patogenia, diagnóstico y tratamiento. El IM tipo 2 es una condición fuertemente ligada a la edad debido al envejecimiento vascular, arteriosclerosis y mala adaptación al estrés. Sin embargo, las condiciones que conducen al desequilibrio funcional son frecuentemente extra cardíacas, por lo que la gran heterogeneidad de los factores etiológicos subyacentes requiere un abordaje integral adaptado a cada caso. El diagnóstico supone un desafío clínico por la presentación atípica y alteraciones electrocardiográficas inespecíficas, siendo preciso la búsqueda de factores precipitantes y condiciones predisponentes. La coronariografía sigue siendo la prueba gold standard para detectar la presencia o ausencia del fenómeno trombótico.
En ausencia de evidencia del beneficio de las estrategias de reperfusión invasivas, es esencial la valoración etiológica individualizada. Respecto a la prevención, el control de factores de riesgo cardiovascular y estrategias como la vacunación frente a la gripe y neumococo han de mostrado su eficacia.
En estos enfermos, geriatras y cardiólogos deben trabajar juntos para realizar un manejo integral que va más allá de la mera afectación cardiológica siendo necesarios más estudios que aborden su etiología, tratamiento y prevención.
Gracia Megías Baeza. Geriatra grupo Quirón. Sevilla.