En las últimas semanas encontramos dos píldoras relacionadas con la oncología geriátrica. Recientemente ha salido publicada una excelente revisión en la prestigiosa revista Nature que resume toda la bibliografía realizada hasta la fecha sobre la atención oncogeriátrica.
En ella, se menciona la epidemiología del cáncer en los adultos mayores y las disparidades en la atención de esta población. Se describe cómo las condiciones relacionadas con el envejecimiento afectan los resultados específicos del cáncer y cómo la evaluación geriátrica integral (VGI) puede ayudar en la toma de decisiones sobre el tratamiento y las estrategias de manejo para los síndromes geriátricos. Asi mismo, destaca la importancia del abordaje de las necesidades de los cuidadores, quienes ejercen un papel crucial en la toma de decisiones de tratamiento, la defensa del paciente y cuidados al final de la vida. También se discuten las limitaciones de las pautas actuales y de los ensayos clínicos que evalúan las necesidades no satisfechas en esta población. La presencia de fragilidad es significativamente más alta en pacientes con cáncer, resultando ser un predictor de eventos adversos relacionados con el tratamiento (TRAEs) y de mortalidad.
La VGI puede ayudar a identificar pacientes que tienen un riesgo significativamente más alto de muerte, complicaciones perioperatorias y TRAEs, así como mejorar los resultados relacionados con el cáncer. Medir la fragilidad en los pacientes mayores con cáncer resulta clave para la toma de decisiones. Falta por cuantificar mayor número de resultados de salud modificados a raíz de la intervención geriátrica.
Dra. Patricia López Pardo. Geriatra del Programa de Atención Integral de Oncogeriatría. Hospital Universitario de Getafe