La fractura de cadera por fragilidad en el adulto mayor se ha caracterizado siempre por condicionar discapacidad aguda con importantes consecuencias asociadas. La recuperación funcional tras la intervención, de manera precoz se ha convertido en el objetivo principal. Existen múltiples estudios clásicos en los que factores como edad, comorbilidad, situación funcional previa, tipo de fractura, y la aparición de delirium previo, han demostrado tener cierta relación con el pronóstico funcional a los 3 y 6 meses de la fractura.
En el siguiente estudio, se intenta demostrar si la batería de escalas de rendimiento físico (SPPB y Velocidad de la marcha), pueden ser nuevos predictores de la movilidad tras la fractura de cadera. Se reclutaron pacientes que vivían en la comunidad, con ingreso con fractura de cadera (n:339), y se midió además de los factores previos la Velocidad de la marcha y SPPB a los dos meses tras la cirugía. En el estudio se concluye que aquellos pacientes con SPPB mayor de 3, y una velocidad de la marcha mayor de 0,49 m/s medidos a los 2 meses, tienen un 90% de probabilidad de tener una marcha independiente a los 12 meses (definida como marcha con un bastón o sin ayuda técnica). Este porcentaje disminuye al 55% si la velocidad es menor de 0,49 m/s.
Por lo tanto, nos encontramos ante una batería de pruebas baratas, y fáciles de realizar que son predictivas al realizarlas conjuntamente con la evolución funcional de los pacientes con fractura de cadera.
Zoilo Yusta Escudero.
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander.