El ejercicio es conocido por todos como una de las actividades que mayores ventajas produce en el ser humano. Son conocidos sus beneficios sobre todo a nivel sanitario, como son disminuir la mortalidad, el número de caídas y la ansiedad, y reducir el riesgo de demencia, contribuyendo al mantenimiento de la independencia.
Las guías que el gobierno de EEUU publicó en noviembre del 2018 sobre el ejercicio apoyan su realización desde edades precoces (a partir de los tres años). En los mayores, como en los adultos, se recomiendan al menos 150 minutos de ejercicio aeróbicos de intensidad moderada por semana, que deberían incluir, a la vez, ejercicios de equilibrio y de fuerza. En caso de no poder alcanzar los 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada a la semana, la recomendación es ser tan físicamente activo como se pueda. Tampoco se olvidan de mencionar los ejercicios multicomponente, ni actividades lúdicas como el baile, el yoga, el tai chi, la jardinería o hacer algún deporte.
Ante estas guías, no podemos olvidar usar estas recomendaciones para nuestros pacientes, que podríamos diseminar con la expresión: “menos pastillas y más zapatillas”.
Oscar Macho, geriatra, Consorci Sanitari Garraf, Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
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