Hasta un 39% de las personas que precisan cuidados paliativos son por causa cardiovascular. La insuficiencia cardiaca (IC) es una entidad grave que afecta fundamentalmente a pacientes ancianos, con morbimortalidad elevada y pronóstico difícil de predecir. Presentan un deterioro funcional progresivo hasta la muerte cuya intervención en el final de la vida con frecuencia no se aborda.
La Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología ha presentado un documento de consenso con la finalidad de mejorar e individualizar los tratamientos de la IC abordando los aspectos más importantes de los cuidados paliativos. Los diuréticos siguen siendo el pilar fundamental del tratamiento, aportando como novedad la administración subcutánea, con una nueva presentación de furosemida isotónica (aún no comercializada) con respuesta diurética similar a la vía intravenosa; para la congestión sistémica el uso de suero salino hipertónico con dosis altas de furosemida es una opción a tener en cuenta en casos refractarios de difícil control. Además, de especial interés la comunicación y planificación anticipada de cuidados desde el diagnóstico, que debe intensificarse en puntos de inflexión (ingresos, deterioro funcional, agotamiento de opciones terapéuticas curativas), y el apoyo psicosocial y espiritual a pacientes y familias.
Es necesario reconocer en la práctica clínica las características y necesidades de cada paciente de manera individualizada e implementar este tipo de cuidados a lo largo del curso de la enfermedad y no únicamente en estadios avanzados para favorecer el manejo integral y la calidad de vida de los mismos.
Blanca Garmendia Prieto. Geriatría. Hospital Central de la Cruz Roja.
Rubén Lovatti González – MIR Geriatría. Hospital Central de la Cruz Roja.