El progresivo envejecimiento de la población ha hecho que los pacientes ancianos tributarios de intervención quirúrgica aumenten. Debido a su heterogeneidad individual, la edad cronológica no es fiable para medir el pronóstico perioperatorio, por lo que la fragilidad ha tomado su relevo.
The Society for Perioperative Assessment and Quality improvement (SPAQI), formada por expertos de geriatría, medicina interna, anestesiología y cirugía, ha editado unas recomendaciones basadas en la evidencia científica para el manejo prequirúrgico de la fragilidad en ancianos que precisan de cirugía electiva de alto riesgo o intermedio, para su cribaje y medida, así como intervenciones básicas que pueden ayudar a mejorar los resultados quirúrgicos. Los expertos recomiendan que, en el paciente con screening positivo para fragilidad y deterioro cognitivo, considerado de alto riesgo quirúrgico, deberá realizarse una valoración geriátrica integral, idealmente por un geriatra, para una adecuada intervención perioperatoria centrada en el paciente, según los recursos hospitalarios. Esta intervención la dividen en tres dominios: toma de decisiones compartidas, prehabilitación, y comanejo interdisciplinario geriátrico, según sea el grado de fragilidad.
Estas relevantes recomendaciones, deberán ir seguidas de estudios posteriores para medir el impacto de dichas intervenciones a nivel de resultados centrados en el sistema y en la persona.
M. Victoria Farré Mercadé. Geriatra. Hospital General de Granollers
Píldoras de Geriatría Basada en Evidencia.
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