La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad cada vez más prevalente en mayores de 60 años (10-20%). Es probable confundirla con otras afecciones, como colitis medicamentosa, infecciosa o microscópica, isquemia colónica o enfermedad diverticular, que puede dar lugar a un diagnóstico erróneo (hasta en un 60%) o retraso en el diagnóstico (hasta 6 años).
Dos revisiones recientes: una del Clinical Geriatric Medicine y otra del Frontline Gastroenterology actualizan la epidemiologia, características clínicas, diagnóstico (incluyendo el uso de la calprotectina fecal como marcador inflamatorio intestinal específico); diagnósticos diferenciales y opciones terapéuticas. En las últimas décadas, los tratamientos se enfocan cada vez más en la prevención de la progresión de la enfermedad y el control de los síntomas, utilizándose los 5-aminosalicilatos, corticoides sistémicos, inmunomoduladores, biológicos e intervenciones quirúrgicas cuando los beneficios superan los riesgos. Además, el manejo de la EII en los ancianos conlleva retos específicos, como resultado de las comorbilidades, polifarmacia, el riesgo de interacciones medicamentosas y eventos adversos, el riesgo de infecciones , malignidad así como de las complicaciones quirúrgicas .
Para un mejor cuidado de los adultos mayores con EII, es importante, además de mantener un alto índice de sospecha, ser consciente de las consideraciones especiales en la población anciana en el momento de la elección del tratamiento, destacándose la necesidad de la inclusión de esta población en futuros ensayos clínicos para obtener una mejor comprensión de la efectividad y seguridad del tratamiento que puede variar según la edad.
Pamela Carrillo García (Geriatra). Luis Tejedor López (MIR Geriatría). Servicio de Geriatría. Hospital Central Cruz Roja. Madrid