La fragilidad es un concepto de interés creciente en medicina por su capacidad pronóstica independiente de la edad y otros factores clínicos conocidos, que está sirviendo de puerta de entrada para diseminar la práctica de la asistencia geriátrica a diferentes especialidades (valgan de ejemplos los de Ortogeriatría, Oncogeriatría o Cardiogeriatría).
Un primer paso en esta dirección integral e integradora lo constituye el reconocimiento de la fragilidad como parámetro pronóstico independiente que sirve para predecir resultados de la cirugía y, en este sentido ayuda a tomar decisiones sobre la intensidad de la misma y, de manera añadida, sobre la necesidad de un seguimiento geriátrico especializado.
Presentamos dos interesantes revisiones sistemáticas recientemente publicadas que recogen y sintetizan los resultados sobre el valor pronóstico de la fragilidad en cirugía cardiaca en mayores de 60 años, y en cirugía cardiaca y no cardiaca en mayores de 75 años. Ambos trabajos coinciden en mostrar el valor pronóstico de la fragilidad sobre la mortalidad posquirúrgica a corto y medio plazo, así como sobre la tasa de complicaciones. Por el contrario, reflejan la diversidad de instrumentos utilizados para evaluarla que ofrecen por un lado la posibilidad de poder elegir el más adecuado a cada entorno y circunstancia pero que, por otra parte, hacen pensar en la necesidad de homogeneizar algo más la medida de este constructo clínico.
Podeis consultar los trabajos clicando los enlaces a los artículos de Annals Internal Medicine y de BMC Geriatrics.
Juan José Baztán, geriatra. Hospital Cruz Roja, Madrid
Presentamos nuestras «perlas» en temas claves para estar al día de novedades y tendencias en investigación geriátrica.