La disminución de la función respiratoria como consecuencia del envejecimiento (presbipnea) constituye uno de los principales sustratos para el desarrollo de sarcopenia respiratoria la cual contribuye a un mayor riesgo de padecer infecciones respiratorias, deterioro funcional y disminución en la calidad de vida en el adulto mayor.
En esta revisión de Nagano y cols. se propone un algoritmo diagnóstico para esta patología en base a la existencia de sarcopenia corporal (demostrada mediante los criterios EWGSOP2 o AWGS 2019) junto con la presencia de baja fuerza de la musculatura respiratoria y/o baja función respiratoria medida mediante pruebas funcionales (presión inspiratoria máxima y capacidad vital forzada). Las causas más frecuentes de sarcopenia respiratoria en el anciano son: estados inflamatorios agudos (infecciones respiratorias, uso de ventilación mecánica), estados inflamatorios crónicos (neoplasias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica), fármacos (corticoides), desnutrición y sedentarismo. Además, se ha objetivado una correlación entre la disminución en la velocidad de la marcha de los sujetos y una baja fuerza/resistencia de la musculatura respiratoria, sugiriendo que parámetros funcionales respiratorios podrían ser útiles como marcadores de fragilidad. La estrategia terapéutica que hasta ahora ha demostrado ser más eficaz es la combinación de ejercicio físico (fundamentalmente ejercicios inspiratorios y entrenamiento de fuerza de la musculatura respiratoria, así como ejercicios de fuerza y resistencia de miembros inferiores) asociado a suplementación nutricional.
En conclusión, es importante tener en cuenta la sarcopenia respiratoria en nuestra práctica clínica habitual pues su correcto diagnóstico y tratamiento ayudaría a disminuir el deterioro funcional en nuestros pacientes, previniendo la fragilidad y mejorando su calidad de vida.
Lucía Lozano Vicario. Geriatra. Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario de Navarra.10