En los últimos años, los servicios de geriatría se han ido adaptando para atender una demanda creciente de consultas dirigidas a la optimización perioperatoria de adultos mayores que van a ser sometido a cirugía no ortopédica. Esta evaluación va dirigida a la prevención y reducción de potenciales complicaciones médicas postoperatorias a través de la valoración geriátrica integral, identificación de síndromes geriátricos y detección de fragilidad. Sin embargo, dentro de estas complicaciones no nos debemos olvidar de los procesos infecciosos. La infección del tracto urinario (ITU) es una de las infecciones más comunes en el adulto mayor. La fragilidad puede predisponer al desarrollo ITU en ciertos grupos de riesgo, como diabéticos o nefrópatas, a la vez que aumenta el riesgo de ITUs recurrentes. Las ITUs postoperatorias se asocian a un aumento de la morbilidad, riesgo de reingreso y mortalidad perioperatoria.
Tuddenham et al diseñan un estudio retrospectivo observacional en el que recogen los datos del registro del American College of Surgeons (NSQIP). Incluyen adultos mayores de 60 años sometidos a cirugía ambulatoria y hospitalaria, tanto electiva como urgente, entre 2014 y 2018. Excluyen procedimientos urológicos y ginecológicos y aquellos que presentan una ITU activa antes del procedimiento quirúrgico. El objetivo principal fue identificar ITU postoperatoria dentro de los 30 días posteriores a la cirugía. Evalúan fragilidad utilizando el índice de fragilidad modificado (mFI-5). En la muestra analizada (n=1.724.042) se identifica ITU postoperatoria en un 1.3% de los casos. Se comparan las características de los pacientes que desarrollan o no una ITU postoperatoria, siendo el perfil de paciente que más frecuentemente presenta dicho evento una mujer mayor, que vive en residencia, con peor estado funcional previo y mayor comorbilidad.
En el análisis multivariante observan que aquellos pacientes frágiles asocian un mayor riesgo de ITU postoperatoria, constituyendo el doble para los que presentaban dependencia parcial o total previa.
Por lo tanto, además de evaluar en el preoperatorio las esferas funcional y mental, conocer el apoyo social al alta, intervenir sobre el estado nutricional y revisar prescripciones inapropiadas, también debemos medir fragilidad para poder prehabilitar a aquellos pacientes frágiles e implementar estrategias para prevenir ITU en esta población de mayor riesgo.
Beatriz Ares Castro-Conde
Geriatria. Hospital Universitario Lucus Augusti, Lugo