Hasta el momento no se han realizado grandes ensayos aleatorios que evalúen el efecto de la suplementación de vitamina D3 sin calcio en la prevención primaria de fracturas. Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis han mostrado dudas sobre su eficacia. De hecho, en 2021, U.S. Preventive Services Task Force no encontró ningún efecto en la suplementación de vitamina sobre la incidencia de fracturas entre personas con niveles bajos de 25-hidroxivitamina D.
Se presenta un estudio auxiliar del ensayo VITAL (Vitamin D and Omega-3 Trial), controlado y aleatorizado publicado en NEJM que, si bien no selecciona los participantes en base a sus niveles previos de vitamina D, osteoporosis u osteomalacia, evalúa el efecto de la administración de 2000UI/día de vitamina D vs placebo en 25.871 pacientes, con una edad media de 67.1+7.1 años y una mediana de seguimiento de 5,3 años, sobre las fracturas incidentes totales, no vertebrales y de cadera. El estudio no encuentra diferencias entre el grupo de intervención y el grupo control, obteniendo los mismos resultados tras ajustar por edad, sexo, raza, índice de masa corporal y niveles de vitamina D. Tampoco existen diferencias entre los pacientes que tomaban tratamiento específico para la osteoporosis y los que no, o con aquellos con fracturas previas. Entre los participantes con bajos niveles de vitamina D (<12ng/ml; 1.3% del total de participantes), la suplementación con vitamina D3 mejoró ligeramente la densidad mineral ósea de columna vertebral y cadera.
Por tanto, acorde a los resultados del ensayo, la suplementación de vitamina D3 en adultos de mediana edad o mayores, generalmente sanos, no disminuye el riesgo de fractura incidente, aunque la normalización de niveles de vitamina D continúa siendo un elemento de buena práctica clínica por su implicación en múltiples procesos fisiológicos.
Dra. Bárbara Pérez Pena
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander