La VGI constituye uno de los elementos diferenciadores del abordaje geriátrico, permitiendo mediante una valoración multidimensional e interdisciplinar definir la situación clínica y capacidad residual, establecer pronósticos vitales, definir actitudes terapéuticas y establecer planes de cuidado personalizados.
El artículo recientemente publicado por la revista JAMDA valora la evidencia científica de la VGI durante los últimos 30 años a través de los distintos escenarios clínicos. En dicha revisión se demuestran resultados favorables en diversos objetivos de salud mediante intervenciones realizadas durante la hospitalización y la atención domiciliaria, resultando contradictorios en programas de intervención post-alta, consulta externa y servicios de interconsulta. La eficacia de programas basados en VGI puede ser modificada según entorno asistencial o condiciones clínicas específicas: mostrando resultados favorables con programas adaptados para evaluación preoperatoria, atención en urgencias o en unidades de orto/oncogeriatría, así como también de deterioro cognitivo.
Los modelos de atención geriátrica basados en la VGI se han desarrollado para terminar convirtiéndose en la base de los cuidados de la población anciana. La VGI evoluciona al igual que evolucionan pacientes y sistema sanitario. Mediante la adecuación a las distintas tipologías de pacientes, a los recursos disponibles y al ámbito donde se aplica, probablemente lograremos consolidar su evidencia.
Francesc Riba Porquet, geriatra, Hospital General Granollers.
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